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El piscardo amenaza los prados sumergidos de los lagos pirenaicos

(11 May 2018)

  • Un estudio del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC), elaborado en el marco del proyecto europeo LIFE LIMNOPIRINEUS, constata los efectos negativos en el ecosistema de este pequeño pez usado ilegalmente para la pesca de truchas
  • La especie amenaza los isóetes, que son plantas subacuáticas que favorecen el buen estado ecológico de los lagos de alta montaña, protegidos por la Directiva Hábitats Europea por su fragilidad
  • Los científicos alertan de la necesidad de implementar urgentemente medidas de gestión para preservar, no sólo los prados subacuáticos, sino la integridad general de los lagos del Pirineo

Los prados de isóetes (Isoetes lacustris) de los lagos del Pirineo están fuertemente amenazados por la invasión del piscardo (Phoxinus sp.), un pez pequeño que prolifera formando densas poblaciones. Así se desprende en las conclusiones del primer estudio realizado para evaluar el impacto de los peces introducidos en los isóetes de los lagos de alta montaña del Pirineo. Los isóetes son plantas ancestros de los helechos terrestres que volvieron a colonizar el medio acuático.

Elaborado por investigadores del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) en el marco del proyecto europeo LIFE LIMNOPIRINEUS, y publicado en la revista 'Frontiers In Plant Sciences', el estudio alerta de la necesidad de implementar urgentemente medidas de gestión para preservar, no sólo los isóetes, sino la integridad ecológica de estos lagos, que son muy frágiles, y están protegidos por la Directiva Hábitats europea.

Aunque en los lagos de alta montaña no viven peces de forma natural, históricamente se han introducido diversas especies, como la trucha y, más recientemente, el piscardo, usado ilegalmente como cebo para la pesca de la trucha. El estudio constata como la introducción del piscardo causa un gran impacto en la riqueza de la fauna y la calidad de estos ecosistemas, además de ser una amenaza para las mismas truchas, que acaban desapareciendo. Es la primera vez que se estudia el efecto de este pez sobre los herbazales, ya que los prados subacuáticos se habían mantenido en buen estado en el Pirineo, a diferencia del norte y centro de Europa donde se vieron afectados a lo largo del siglo XX por episodios de contaminación regional.

 

Regresión por falta de luz y deterioro del fondo

Tras estudiar 10 lagos del Parque Nacional de Aigüestortes y del Parque Natural del Alto Pirineo en tres escenarios diferentes (sin peces, con trucha y con piscardo) entre los veranos de 2015 y 2016, los investigadores del CEAB han comprobado que en el tercer escenario los isóetes entran en regresión por la falta de luz disponible, la cual limita su capacidad reproductora.

El piscardo es el responsable de la falta de luz. Estos peces agotan el alimento presente en el agua y remueven el sedimento del fondo del lago para buscar más. Este hecho provoca el aumento de la concentración de nutrientes, y el crecimiento desmedido de algas y cianobacterias, lo que genera un desequilibrio y una pérdida de la transparencia del agua del lago. La falta de luz provoca, de este modo, que los herbazales de isóetes del fondo entren en regresión.

En este contexto, las plantas dedican todos sus esfuerzos únicamente a sobrevivir, y dejan de producir esporas y de reproducirse. Además, la desaparición de los isóetes también se debe a la pérdida de calidad y grado de compactación del sedimento. El efecto combinado de la falta de luz y el deterioro del fondo provocan el desarraigo de los isóetes y la pérdida de cobertura del prado. Es un problema de carácter general y conlleva una pérdida de la calidad ecológica global de los lagos, un efecto que es más acusado en lagos pequeños y poco profundos.

El isóetes estudiado es la especie perenne subacuática más frecuente y abundante de los lagos pirenaicos. Es una especie ingeniera del ecosistema, que forma prados sumergidos densos y extensos, y es clave para los lagos poco profundos de aguas claras y diluidas, porque contribuye a la producción primaria y a la conservación de una buena calidad del agua y del sedimento. Vive durante muchos años, pero su crecimiento es tan lento que la recuperación de los prados podría sobrepasar los 60 años.

 

Efectos sobre otras especies

La introducción de peces añade un nivel trófico superior dentro de la estructura del lago, conduciendo a cambios ecológicos profundos. En el caso de las truchas, su presencia lleva a la reducción o, incluso, a la extinción de especies acuáticas nativas de invertebrados y anfibios.

La introducción de peces más pequeños como el piscardo tiene, además, un fuerte impacto en la biomasa de herbívoros, de zooplancton y del resto de organismos del lago, y provoca cambios ecológicos aún más importantes que los provocados por la trucha. Y mientras las truchas adultas se alimentan de piscardo, la voracidad de este lo lleva a alimentarse también de los huevos de su depredador, que acaba desapareciendo.

 

Recuperación lenta y compleja

El equipo investigador considera muy difícil la restauración de los isóetes de los lagos en caso de desaparición, ya que la recuperación de los prados no sólo requiere la eliminación de los peces del lago, sino también la restauración de la calidad y propiedades del sedimento. Aun así, una vez restablecidas las condiciones ambientales naturales de los lagos, la recuperación seguiría siendo extremadamente lenta. "Las fuertes señales de estrés que hemos detectado en las poblaciones de isóetes estudiadas y el deterioro del ecosistema que hemos registrado, teniendo en cuenta que son ecosistemas protegidos por la Directiva Hábitats europea, sugieren que hay que implementar con urgencia acciones de gestión, antes de que el escenario sea peor ", explica Esperança Gacia, investigadora del CEAB y primera autora del estudio. El Parque Natural del Alt Pirineu es la zona de los Pirineos que actualmente presenta la proporción más alta de lagos donde, posteriormente a la introducción del piscardo, las truchas han desaparecido. Precisamente, desde este parque se han impulsado diferentes actuaciones con el objetivo de mejorar el estado de conservación de los lagos en los últimos años. En este sentido, además del trabajo conjunto con el proyecto LIFE LIMNOPIRINEUS, este 2018 se ha concedido una ayuda para llevar a cabo una prueba piloto para reducir la población de piscardo en el lago del medio de Tres Estanys, incluido en este estudio. Una actuación consensuada con la Sociedad de Pescadores local la Guingueta-Espot y el Ayuntamiento de la Guingueta d'Àneu, propietario de la montaña donde se ubica el lago.

 

Más información: artículo publicado en Frontiers In Plant Sciences